Álvaro Garrido y su debut profesional: “Es un sueño cumplido”

El joven volante acerero y oriundo de Purén, disputó sus primeros minutos oficiales con la camiseta de Huachipato, aquella que comenzó a vestir en las inferiores del club desde el 2013. Acá su historia.

Por Franco Fierro, Comunicaciones Huachipato FC

El 28 de marzo de 2021 será por siempre una fecha muy especial para Álvaro Garrido. Ese día, el joven volante de Huachipato hizo su estreno oficial en el profesionalismo. Con el número 27 en la espalda y el escudo acerero al frente, el jugador oriundo de Purén se estrenó en Primera División.

El mediocampista nos cuenta cómo vivió el ingreso al partido tras la lesión de Joaquín Gutiérrez. “Fue repentino, la lesión de Guti apuró todo. Cuando me llama el profe Juan (Luvera) asimilé que debía entrar con todo para aportar al equipo. No había margen para pensar más allá de lo que estaba pasando en el partido y solo había concentración”, recuerda Garrido.

“Después en el entretiempo asimilé que llegó mi debut y se me vino a la mente todo el camino recorrido hasta este momento y la gente que me ha acompañado desde que empecé este sueño, especialmente mi familia y mis amigos”, destacó el jugador de 20 años de edad.

Referente a la intensidad del compromiso ante Cobresal, el canterano explicó que “en el desarrollo del partido había que agarrar confianza rápidamente, debía mantener la calma y la tranquilidad. Pero no existía margen de tiempo para pensar mucho, debía meterme en la intensidad del partido y demostrar la idea de juego que entrena el equipo día a día y que se estaba desarrollando en el partido del domingo”, afirmó.

Rumbo al profesionalismo

¿Qué significa dar el salto desde el fútbol joven al profesionalismo? Para Álvaro Garrido existen varias diferencias a destacar. “Ya había jugado amistosos contra equipos de Primera, me sentía preparado. La intensidad es distinta al fútbol joven, acá el pase es más rápido y es el que le da la intensidad al juego. Uno debe saber moverse dentro del campo y debe leer bien el juego, si no lo logras es posible que no aguantes la intensidad del partido”, precisó el jugador.

También tuvo palabras para recordar el camino recorrido desde el inicio de su proceso formativo. “Debutar en Huachipato me puso muy feliz, desde que llegué acá a los 13 años me puse como objetivo debutar acá y que haya pasado es un sueño cumplido. Me vine desde Purén con esa ilusión dejando a mi familia allá que sin dudas ha sido lo más duro que me ha tocado vivir en este proceso. Tuve la suerte de que mi abuela al año se pudo venir a vivir conmigo y acompañarme, es un apoyo que me hacía falta porque el año que estuve solo se notó. Ahora por la pandemia estoy separado de ella, pero me ha apoyado mi pareja que sin duda ha sido un pilar fundamental para mi en estos tiempos difíciles”, valoró Álvaro.

¿Y la adaptación en su arribo a Huachipato? “La serie que tenía me hizo sentir muy bien desde el principio, éramos muy unidos y me hicieron sentir siempre como uno más. Parra y Molina lo pueden recalcar. Además, en el colegio y en la vida hice amigos que se transformaron en un apoyo, ya que junto con sus familias siempre me han brindado apoyo, sobre todo en los momentos que estuve solo”, añadió emocionado el volante acerero.

Las metas personales y grupales son un aspecto fundamental para el jugador. Así lo refleja con estas palabras. “El objetivo principal de todos es llevar a Huachipato a lo más alto y las metas más próximas son hacer una buena campaña en el campeonato nacional y abrochar el paso en la Copa Sudamericana en la vuelta que disputaremos en nuestra casa. En lo personal, me gustaría establecerme como una alternativa clara para el equipo, ya que disputaremos tres competencias y el desgaste será grande, por lo que el equipo en algún momento necesitará de todos y es ahí para cuando debemos estar preparados”, cerró optimista el formado en casa.

Esta es la historia y los deseos del debutante Álvaro Garrido, quien frente a Cobresal y en su propia casa disputó sus primeros minutos en el profesionalismo con la camiseta de Huachipato. El camino continúa.

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